13/4/08

¡Bienvenida “Güiquipeya”!

En estos últimos días ya se han vertido muy diversas opiniones, todas ellas respetables, acerca de la ya autorizada “Güiquipeya” en Internet. Pero, como todas las opiniones no tienen el mismo peso específico, por cuanto dependen del opinante, o más aún, del cargo que ostente dicho opinante en una institución pública, me ha llamado singularmente la atención una de ellas, que cito literalmente y se encuentra recogida en el siguiente enlace: ¿Extremeñu? ¿Güiquipeya?...

La cita anterior, fechada a 8 de Abril de 2008, es de un señor placentino que firma en su blog personal como Á.V., pero, además, resulta ser el Director de la Editora Regional de Extremadura.

Lo paradójico, sin embargo, si nos retrotraemos al contenido del Acta fechada a 10 de Diciembre de 2003, correspondiente a una de las reuniones del Patronato que comenzaba los preparativos para la conmemoración del I Centenario de la Muerte de Gabriel y Galán, reunión celebrada en la Sala de la Cultura de Guijo de Granadilla (Cáceres), en un apartado de dicho Acta, el mismo señor Á.V., que actuaba en aquella ocasión como representante de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, decía literalmente:
“Álvaro Valverde sugiere que se establezca comunicación con la Federación de casas regionales extremeñas o bien con la Consejería de Bienestar Social. Sugiere también, D. Álvaro Valverde, la necesidad de hablar con la Federación de escritores extremeños y a través de ellos entablar una comunicación con los que estén interesados en la figura de D. José María Gabriel y Galán. Teniendo en cuenta una doble vertiente, la académica -universidad- y la creativa.”

Y más adelante, en la redacción del mismo Acta, se transcribía lo siguiente: “D. Álvaro Valverde y D. Pedro Francisco Gabriel y Galán comentan la necesidad de modernizar la figura y la obra del poeta, de acercarla a nuestros días. Este podría ser sin duda el reto del Centenario.”

Por supuesto, no nos pareció extraño que este mismo señor Á.V., en el Periódico HOY del día 15 de Enero del año 2005, varios días después de la conmemoración del referido Centenario, se atreviera a calificar de “esperpento” y “astracanada” el concurrido homenaje popular celebrado en el Paseo de Cánovas (Cáceres) el día 6 de Enero, pretendiendo ridiculizar el efusivo afecto que una muy nutrida representación del pueblo llano extremeño rindió al autor que demostró con su poesía, su valía personal y literaria, así como con su gran habilidad para plasmar sobre el papel y sobre el alma y el corazón de los extremeños, en su genuina forma de expresarse, los sentimientos más nobles y enriquecedores de nuestros antepasados, como valor ejemplarizante de que en el esfuerzo y el sacrificio diario se encuentra la base de despegue de un pueblo que aspira a mucho más que a criticar a esta aún incipiente “Güiquipeya”. Y digo que no nos parecieron extrañas las entrecomilladas calificaciones peyorativas, que, en forma de exabrupto, profirió el señor Á.V., por cuanto aquel acto homenaje en el Paseo de Cánovas estaba fuera de los actos oficiales organizados por el Patronato al que él pertenecía y, por tanto, no salió en la foto.

Llegados a este punto, es necesario precisar que yo, personalmente, no he intervenido en ningún momento en el proceso de preparación y aprobación de esta versión extremeña de la conocida enciclopedia corporativa e internáutica “Wikipedia”; aunque, por mis correos y conversaciones con cuantos simpatizantes se solidarizan con el estudio de nuestra arqueología lingüística, tuviese conocimiento de que dicho proyecto se estaba gestando, al margen de la Asociación APLEX a la que pertenezco.

Pero es imprescindible matizar, que esta incipiente “Güiquipeya” no debe, en modo alguno, catalogarse gratuitamente como una “pretensión absurda”; porque, y de ello sí estamos convencidos todos, con ella no se pretende crear ningún idioma nuevo, sino proteger, conservar y divulgar las diferentes expresiones lingüísticas que un día hubo, y aún persisten en muchas poblaciones de la geografía extremeña. Es decir, utilizarla como un valiosísimo instrumento para catalogar y conservar el patrimonio lingüístico extremeño, ese que, precisamente, utilizaron para entenderse nuestros antepasados, incluso los de aquellos que ahora reniegan de él, probablemente por una serie de prejuicios que, personalmente, yo no entiendo.

Y para no extenderme más, y volviendo a la cita inicial de este escrito, deseo quedar bien claro al señor Á.V. que, en lo meramente personal, excepto en estas siguientes aseveraciones suyas: “...¡nostálgicos poetastros de tres al cuarto!... ¡zafios políticos de chicha y nabo! ¡risibles demostraciones de su ignorante atrevimiento!...”(publicadas por él precisamente un Día de Extremadura de hace ya algunos años, refiriéndose a quienes amaron y defendieron nuestros bienes culturales intangibles), debe saber que, desde mi “absurdez”, respeto la suya. Pero desde la responsabilidad del cargo que ostenta como Director de la Editora REGIONAL, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, siempre me resulta complicado reservarme mi opinión en contraposición a la suya en lo que se refiere al “castúo”, el “extremeñu”, o como decidamos denominarlo algún día todos los extremeños, sin partidismos ni ideologías políticas contaminantes.

Y no quisiera terminar este escrito sin mencionar la frase que más me ha llamado la atención del detractor análisis que sobre este asunto y bajo el título ‘Glocalización” y ‘Güiquipeya’ emite el Sr. Pulido, Dr. en Filología de la UEX e investigador postdoctoral de la Junta en la New York University (EE.UU.) Dicha frase dice literalmente: “El mundo entero nos está mirando”. A lo que yo le respondo, que ya era hora, porque ya son nueve años los que lleva en vigor el Artículo 60 de la Ley 2/1999, de 29 de Marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, que dice literalmente:

“Los bienes etnológicos intangibles como usos, costumbres, creaciones, comportamientos, las formas de vida, la tradición oral, el habla y las peculiaridades ligüísticas de Extremadura serán protegidos por la Consejería de Cultura y Patrimonio en la forma prevista en esta Ley, promoviendo para ello su investigación y la recogida exhaustiva de los mismos en soportes que garanticen su transmisión a la generaciones venideras...”

Como habrán observado, no he mencionado a Luis Chamizo, ni a tantos otros autores que siempre buscaron, y aún buscan y buscamos, esa autoestima que se reconforta en nuestra identidad lingüistica y en el orgullo de ser, sentirse y expresarse con nuestros acentos, nuestro léxico y nuestras composiciones morfosintácticas.

Sabida es la frase de que todo idioma, válido para que un número de personas se entiendan, no es más que un dialecto con un ejército detrás. Pues bien, sirva este escrito como impreso de mi alistamiento a filas del ejército de la “Güiquipeya”, y de cuantos otros ejércitos respalden el contenido íntegro del citado Artículo 60, cuyo texto debería estar recogido en las leyes de todos los países del mundo, para evitar que, en poco menos de un siglo, desaparezcan más de la mitad de las hablas del planeta.

Vaya pues mi más juerte abrazo, como extremeño palrante, pa tos los qu’han germinao la ocurrencia de la “Güiquipeya”, dispreciando apegos políticos y malinteresaos; jaciendo región dende’l respeto y la elegancia pa con los demás palrantes d’otros galraeros, y, asina, se puean dir arrellanando las vereas empercudías e zancaíllas de tos los qu’entoavía no diquelan más p’allá de los sus cortos alcances.

JAVIER FEIJÓO
fjavierfeijoo@hotmail.com
Enlace a You Tube: "Verbo Extremeño"
Noticia en HOY.ES
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