Soledad, esa fiel compañera
Soledad
no equivale a tristeza,
no
me inquieta sentirla a mi lado,
me
acompaña cuando estoy cansado
y
me alivia el dolor de cabeza.
No
se queja si siento pereza,
si
a deshoras estoy acostado,
si
me enervo, si estoy enfadado,
si
me río de alguna simpleza.
Soledad
no es un sitio vacío,
está
lleno de mí, de mis cosas,
sin
hablarme en ella confío,
nunca
miente, ni exige, ni grita,
está
ahí, siempre ahí, a mi lado,
no
preciso pedirle una cita.
JAVIER
FEIJÓO