Bodas de oro
A D. GUILLERMO ALONSO LEON y
a Dª ISABEL TORRES TRISTANCHO
(En sus Bodas de Oro, 19 de Junio de 2000)
I
En sus venas tié la sangre zamorana
y es por nacencia extremeño.
Aquí vio la lus primera,
pa más señas, en Villanueva del Fresno.
Tié la casta e los Alonso,
Alonso Leon, Guillermo.
II
Entre tornillos y tuercas
y jerramientas de jierro,
a la vera de su padre, “Zamorano”,
un famoso ferretero,
jué aprendiendo las entrañas del negocio
y la cencia pa jacer negocios nuevos.
Y jué asina, trebajando sin descanso,
arrañando tiempo al tiempo,
dispreciando los jolgorios y las juergas,
estrujando’l miajón del su celebro,
como jueron arraigando las semillas
qu’el trebajo y su pacencia arrejundieron.
Y trunfaron las creencias d’aquel hombre,
aquel hombre con reaños d’otros tiempos,
aquel hombre que mimando su trebajo
con el mimo de “San Blas” jizo un imperio
que al prencipio jué un negocio chiquinino
y ora cala’n los terruños extranjeros.
III
Y a pesá de trebajá con tanto ajinco,
entoavía d’otras cosas tuvo tiempo.
Se casó con una jembra de La Torre,
Torre de Miguel Sesmero;
Isabel Torres Tristancho,
d’una casta de castúos extremeños,
jembra de las d’andenantes,
d’esas jembras con los usos bien caseros,
d’esas jembras qu’al marío le tién jonra
tan aína e conocerlo y de tenerlo;
d’esas jembras qu’acurrucan a los hijos
mamantando’l jociquino con sus pechos
y l’enseñan a jacer las cosas güenas,
al ejemplo del trebajo y por la linde del sendero.
IV
Jué’n la Iglesia Conceción, seis de la tarde,
aonde Isabel y Guillermo
delante’l artá y el cura
se dijieron el “sí quiero”.
Y aluego el Hotel Madrí, Plaza de la Soledá,
pa celebrá el festejo,
aonde sirvieron un vino
de conocíos bodegueros.
Dos varones y dos jembras
jué’l fruto d’aquel encuentro;
y endispués pasaron años,
toítos los cuatro crecieron
arropaos al cariño de su madre
baj’un manto zamorano y extremeño.
V
Y la casta jué creciendo’n alegrías,
chirivejes con más lus que los luceros,
once cachinos d’estrellas
que llovíos dende’l cielo
ajondan en esta tierra
sus raigones extremeños
y ya brillan como tallos espigaos
pa jacerlos bisagüela y bisagüelo.
Javier Feijóo
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