10/5/21

I Día de las Letras Extremeñas, en Ceclavín, el 22 de mayo

Con un recuerdo muy especial y el reconocimiento a 

ELISA HERRERO UCEDA

Prensa:  Revista GRADA - Diario HOY - El Periódico Extremadura

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Enlace a Video-Resumen de toda la jornada
































En Ceclavín (Cáceres), 22 de mayo de 2021

I Día de las Letras Extremeñas

UN SUEÑO DE ROMÁNTICOS

Por Javier Feijóo  (Enlace a video)


¿Quién no ha oído alguna vez esta frase: “Quien no diga jierro, jumo, jacha, jigo y jiguera no es de mi tierra”?

El “extremeño” sigue vivo en la expresión oral de quienes se resisten a la colonización lingüística de foráneos que, con su intento de ridiculizar nuestra forma de expresarnos, pretendieron enterrarlo en el pasado.

Este pueblo, el extremeño, oprimido y humillado durante tantos años, esta “cara oculta de la Tierra, hoy levanta la frente presumiendo ante España y ante el mundo de su historia, sus paisajes, su cultura y sus ritos ancestrales, rechazando los complejos que otrora nos situaron en las posaderas del progreso.

Hoy por hoy, la globalización apunta en contra de la definición de un proyecto que antes nunca existió. Una idea que, aún en la mente de muchos, nunca llegó a materializarse. Un sueño de románticos castúos que deseaban la regulación gramatical y la oficialidad lingüística del verbo extremeño, para preservar una de las señas de identidad más importantes para un pueblo: Su idioma.

Y ahora, aquella idea o aquel proyecto inexistente, cuando menos, sigue siendo una ilusión. Una fantasía de rabiosa actualidad en la voz de todos los extremeños que espantan de su entorno los complejos y los miedos a expresarse con “...esos verbos qu’entavía están ahí, resquebrajaos pero enteros, como terrones pardos y castúos que no se runden con el paso de los años, manque quieran encerrarlos en el presiyo del tiempo los que vinieron d’ajuera con sus finolis palraos...”

Si el participio ha de ser “pasado”, olvidemos todos los “pasaos” (pero todos), porque si no flotará en el ambiente un “jeó a desengaño” cuando se invierta en arqueología arquitectónica y se ignore la arqueología lingüística. Pues si tan trascendente es para el fortalecimiento de la historia y la cultura de un pueblo la recomposición, trozo a trozo, de una muralla o un jarrón árabe o romano, cuánto más trascendente no ha de ser el evitar que bajo el pardo manto extremeño quede definitivamente sepultada su autóctona forma de expresarse, si, precisamente, es en el idioma donde reside el máximo exponente del reconocimiento externo a la potencia cultural de un pueblo.

“…Que nadie esconda sus versos

y arrrebusque la manera de contá sus ocurrencias

y sus jondos sentimientos,

pa que to’l mundo s’entere

qu’aquí no tenemos mieo

d’agarrá con mano firme

la jacha jecha de jierro

pa rebaná la corteza

qu’encorcha nuestro silencio.

Pa qu’en to’l mundo s’ascuchen

los poemas extremeños,

que se fraguan en el alma

con el yunque de los sueños

pa estrujá los corazones

con la juerza de sus versos.”

 

¡Extremadura!

No rejuyas de la voz de tus ancestros

Porque d’ella nus sentimos mu ergullosos

Los que palramos asina, porque semos extremeños.


GÜÉRFANOS DE VERBOS

¡Agilen p’alantre los que tién curtura!
¡Agilen p’alantre los que tién talento!
¡Qu’agilen delantre tos los qu’han leío
porque yo no pueo!
Na más soy poeta,
de los de nacencia, de los extremeños.
Y afilo mi pluma con la mi experencia,
y arrebusco, y jimplo, y escarbo’n los verbos.

¡Yo diré detrás con el mi magín
jilvanando versos!

Y es que yo cavilo:
Pa tirá del carro d’este galraero
a mí me s’ocurre que los ilustraos
tién que dir primeros.
Y aluego nusotros,
con versinos nuevos,
manque’n jarapales nus jagamos trizas
nuestros sentimientos,
pasino a pasino
jaremos sendero.

Y arrebuscaremos aquellas vereas
arrescondiínas por los nuestros pueblos;
castúas palabras, aquellas qu’antaño
icían los agüelos;
recaínos nuestros, los mesmos qu’hogaño
s’enrean con el tiempo;
y güenos poemas, versos qu’en la tierra jueron enraigaos
por jondos pensares de grandes maestros.
¡Versos qu’entoavía
nus calan mu adrento!


Porqu’Extremadura es tierra arrogante
qu’esparramó cielo
por los escondrijos más arrebuscaos
d’este firmamento;
y los que jacemos memoria
d’aquello,
con la savia nueva
de los nuevos versos,
a viejos poetas
jonramos sin mieo.

¡Agilen p’alantre los que tién curtura
y nus abran paso a los poetas nuevos!
Pa que asín s’empollen
nietos y bisnietos
de la nuestra galra...
...¡qu’entoavía hay tiempo!
Y palren asina,
y sin mieo manejen tos los nuestros verbos,
esos que nus jinchan el pecho d’ergullo
a los extremeños.

¡Qu’agilen p’alantre, qu’agilen con ganas
los que tién talento,
los que tién curtura,
los nobles, los güenos, los sabios maestros!
¡Naide s’acagace!
¡Naide tenga mieo!
Qu’asín arrejunde dende su nacencia
la juerza d’un pueblo
que labró los mares más arrebataos
y sembró caraite’n la tierra adrento
regao con sangre,
suores y esjuerzos.

Y asina emigraron nuestros campusinos,
nuestros labraores, los nuestros ancestros.
Y asina soñaron gorvel ergullosos
con una mijina de gloria y dinero.
¡Pero jueron tantos los que se quearon
durmios en el tiempo!
Su lágrima seca
dio retoños nuevos,
y endispués 

los nietos
y endispués

silencio.

Y quiciás por eso hoy endilgo un chillo
con toas las mis juerzas a ese nuestro cielo,
al desparramao por los escondrijos más arrebuscaos
d’este firmamento:
¡Gorvel emigrantes!
¡Gorvel extremeños!
¡Gorvel cuantiantes manque na más sea
pa la fiesta’l pueblo!
¡Gorvel con la galra qu’arrebujaína’n aquellos jatos
sus llevastis lejos!
¡Gorvel a la tierra d’aonde sus llevastis
la vos qu’andenantes l’ascuché al agüelo!

¡Gorvel emigrantes!
¡Gorvel cuantiantes pa danos aliento!

¿No veis que nusotros, los qu’aquí queamos,
los que reguñimos con nusotros mesmos
sin tirá con juerza del carro eschangao
d’este galraero,
dende que sus juistis pa esos andurriales,
pa esos otros pueblos,
semos unos probes
güérfanos de verbos?

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