Hay un loco de atar en cada verso
Hay un loco de atar en cada verso,
o un imbécil que habla a manos llenas,
o el pobre más feliz del universo.
Sin duda, cada cual estará inmerso
en buscar el aplauso a sus escenas,
puliendo en cada estrofa sus faenas
obviando al rancio crítico perverso.
Porque el loco quizás sea un buen quijote,
ese imbécil, tal vez, un inspirado,
aquel triste un donjuan recién casado
y el pobre un agraciado sin su dote.
En ninguno me veo reflejado,
aunque puedo estar equivocado.
Javier Feijóo
<< Home