16/8/06

De cómo no decir nada en un soneto

Un folio en blanco tengo por delante
y un lápiz en mi mano, de madera,
(el lápiz… no mi mano, si así fuera
nada podría escribir en este instante).

Ya malgasté un cuarteto... ¡qué cargante!
¡qué forma de enredar la enredadera!
Mi lápiz de impaciencia se exaspera
ante un soneto tan desesperante.

Tal vez lo enmiende a ritmo de terceto,
con verso endecasílabo y con rima
que encaje en la estructura del soneto...

...¡Será en otra ocasión! Y con respeto
pido perdón por esta pantomima
para salir airoso de este aprieto.

¡Lo que quería escribir, se lo aseguro,
aún sigue en mi cabeza... se lo juro!


Javier Feijóo
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