24/4/06

Y Badajoz miró a su río...

Y el Guadiana sigue ahí,
en el cauce del olvido,
porque no puede cambiar
su milenario camino
por delante de estas puertas,
sus mirillas y postigos.

Y si ocultarse pudiera,
como lo hiciera de niño,
hace tiempo, ya no hay duda,
hace tiempo se habría ido.
Javier Feijóo
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