Corrupto
Tú, corrupto, sin coartada, has perdido
el futuro de ambiciones que entre manos
te guardabas. Traicionaste a tus hermanos
por codicia. Ahora solo en el olvido
has de vivir. La memoria de aquel nido
fraternal te hará llorar, y, más que vanos,
esos llantos no serán sino lejanos
aleteos de un pasado malherido.
Ahora vagas desolado en las tinieblas
de un desierto solitario, y naufragas
en su arena con la fuerte conmoción
de los vencidos, herido, con las llagas
purulentas en tus manos, esas manos
que te asquean nauseabundas como plagas.
Javier Feijóo
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