El ingenio que habita en mis sonetos

no es el lápiz de alcurnia suficiente
para alzar las honduras de mi mente

un caldo de cultivo tan nutriente
para darle a mis versos consistente
osamenta que aguante tanta bruma...
(Y en su tinta fundida va mi afrenta).
Discrepo del tenor de mis cuartetos.
Revoco las estrofas. Certifico:
Ni en grafito ni en tintas se sustenta
el ingenio que habita en mis sonetos.
finalizo, siendo más que suficiente.
No es la alcurnia del poeta su blasón,
es su verso si transita entre la gente.
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