4/6/06

NO VISTAS DE LETRAS TUS SUEÑOS


Cuán tensado está el arco de Cupido
si alcanza a un corazón en la distancia,
si su flecha de amor, con su fragancia,
encuentra en un ventrículo su nido.

La aurícula, celosa, da un gemido.
El flujo de la sangre y su constancia
se agolpan en la aorta con prestancia
y abdican a la fuerza del latido.

Tan frágil es el sueño cuando yace
de cálida vigilia en el umbral.
El sueño es descifrable cuando nace,

cuando su brillo es verde de coral;
y muere, cual valiente kamikace,
cuando en letras se viste de formal.


Javier Feijóo
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