8/2/06

¡Pobre iluso!


No sé bien por qué te beso a cada instante
si deseo verme libre de tu fuego.
¡Al principio te acepté como en un juego
y ahora lucho por tenerte tan distante...!

Eres fuerte, frente a mí, desafiante,
con tus humos desbaratas a mi ego.
Como un Lázaro engañando a un pobre ciego,
de mis nervios… tú… ¡quimérico calmante!

Tú me amas… y tu amor me contamina.
Yo quisiera abandonarte y no es sencillo,
aun sabiendo que en tu amor está mi ruina.

¡Pobre iluso! Creo tenerte en el bolsillo…
y te tengo, pero... ¿quién a quién domina?
¡Te consumo y me consumes... Cigarrillo!
Javier Feijóo
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