Por algo se ríe, por algo se llora

Autor: José Manuel Ferrera Boza
Impreso en Talleres Gráficos de
Diputación de Badajoz
Venta en Librería "Asterix" (Badajoz)

PROLOGO:

Me consta, por la amistad que nos une, que para llegar hasta aquí, hasta este libro, José Manuel Ferrera Boza ha recorrido un largo peregrinar a lomos de sus propios versos. Un sinuoso camino por los vericuetos de lo cercano, por el laberinto de lo cincundante, por las calles y callejas de un Badajoz que compartimos en su esencia y vida, en su cotidianidad, tan llena de momentos cargados de razones para reir y llorar.
Como poeta convulsivo, su retina es como una enorme mole de mármol en la que cada fotograma insinuado a su sensibilidad se va esculpiendo a golpe de estrofas vitales donde no cabe el artificio, donde la altisonancia verbal queda relegada al contraste con la armoniosa sencillez y la indudable certeza que anida en la expresión del sentimiento puntual y sincero, ese momento místico cuya propiedad es exclusiva del poeta que ríe y llora en la crudeza de un entorno que emerge con su propia existencia.
En este poemario, dividido en dos partes con distintos registros de fechas y temáticas, José Manuel se nos presenta reivindicativo y denunciante de las barreras de la desigualdad, un poeta que se autodefine de barrio “…humilde de incontables estrellas, / que mil veces conté por no tener techo”; alguien que no tiene miedo a llamar a las cosas por su nombre, aunque, a veces, no haya más palabra que “mierda” para nombrarlas.
“Allí volví de hierro mi niñez en la escuela / que pagó mi padre con su sueldo de hambriento…”, así nos habla de su Procedencia, de su infancia instalada en la cuadratura de un círculo social aristado por la historia, que se concentra en la familia, en el barrio, en la ciudad que todo lo habita y lo circunda, desde donde “se abre la voz / el aire de los sueños”.
“Badajoz cosmopolita / arranca el siglo / repleta de poetas anónimos. / Esencia viva y sal / de la palabra / huérfana de reconocimiento…”, así es la queja de un poeta que con este primer libro cimbrea su “sonajero poético” para hacerse oir en el camino hacia ese “lugar incierto / de las parábolas ocultas”.
Javier Feijóo (Marzo de 2009)
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