Carta de mi estilográfica a Casimiro Carrillo Tejela
Siento envidia del pincel que entre tus manos
le da forma en mil colores a esos versos
que el poeta en monocromo me revela.
¡Siento envidia de esa magia...! ¡Siento celos!
¡No lo dudes, Casimiro,
de esa envidia casi muero!
Mas mi dueño no consiente mi eutanasia
y me anima con ejemplos
complicados
que no entiendo.
Él me dice convencido
con su éxtasis poético:
“¡Mira arriba!
¿Ves el cielo?
Es azul, monocolor,
mas no por ello está exento
de matices y belleza.”
Pero yo no le comprendo.
Y me invita a que imagine los colores
desprendidos de sus versos.
Porque yo sigo obcecada...
¡Porque yo prefiero verlos!
Y envidiosa, siento celos del pincel,
el pincel que sabiamente entre tus dedos
adivina con su magia
los colores escondidos en los verbos.
Él insiste, procurando convencerme,
me reitera que hay colores en sus versos.
¿Que hay colores? En mi tinta azul oscuro,
sólo veo azul oscuro, le contesto.
¡Porque yo sigo obcecada!
¡Porque yo prefiero verlos!
¡Quién pudiera, Casimiro,
quién pudiera ser pincel entre tus dedos
y gozar dándole formas y colores
a los versos!
le da forma en mil colores a esos versos
que el poeta en monocromo me revela.
¡Siento envidia de esa magia...! ¡Siento celos!
¡No lo dudes, Casimiro,
de esa envidia casi muero!
Mas mi dueño no consiente mi eutanasia
y me anima con ejemplos
complicados
que no entiendo.
Él me dice convencido
con su éxtasis poético:
“¡Mira arriba!
¿Ves el cielo?
Es azul, monocolor,
mas no por ello está exento
de matices y belleza.”
Pero yo no le comprendo.
Y me invita a que imagine los colores
desprendidos de sus versos.
Porque yo sigo obcecada...
¡Porque yo prefiero verlos!
Y envidiosa, siento celos del pincel,
el pincel que sabiamente entre tus dedos
adivina con su magia
los colores escondidos en los verbos.
Él insiste, procurando convencerme,
me reitera que hay colores en sus versos.
¿Que hay colores? En mi tinta azul oscuro,
sólo veo azul oscuro, le contesto.
¡Porque yo sigo obcecada!
¡Porque yo prefiero verlos!
¡Quién pudiera, Casimiro,
quién pudiera ser pincel entre tus dedos
y gozar dándole formas y colores
a los versos!
Javier Feijóo
(24 de Marzo de 2005)
(24 de Marzo de 2005)
Ver enlace: Casimiro Carrillo
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